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sábado, 23 de abril de 2011

Demasiado tarde,ya he perdido la cabeza

Considero una prueba de lo mucho que te quiero el haber pasado tanto tiempo desgastándome en el intento para ver si funcionaba. Pero una amiga me llevo a un sitio impresionante el otro dia. Se llama el Augusteo. Octavio Augusto lo construyo para que albergara sus restos. Cuando llegaron los bárbaros lo arrasaron junto con todo lo demás. El gran Augusto, el primer gran emperador de roma ¿Como podría haber imaginado que Roma o lo que para el era el mundo entero acabaría un día en ruinas. Es uno de los lugares mas silenciosos y solitarios de roma. La ciudad ha ido creciendo a su alrededor durante siglos. Es como una bella herida, como un desengaño amoroso al que te aferras por el placer del dolor. Todos queremos que nada cambie. Nos conformamos con vivir infelices porque nos da miedo el cambio, que todo quede reducido a ruinas. Pero al contemplar ese sitio, el caos que ha soportado, la forma en la que ha sido adaptado, incendiado, saqueado y luego hallado el modo de volverse a levantar, me vine arriba. A lo mejor mi vida no ha sido tan caótica y es el mundo el que lo es y el único engaño es intentar aferrarse a ella a toda costa, las ruinas son un regalo. Las ruinas son el camino a la transformación.

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