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lunes, 11 de abril de 2011

De EL para ELLA .

Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras .
Y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da. Pero además la he visto seria, ser ella misma,
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.
Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción.
Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.
No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.
 Así que supondrás que yo soy el primero que entiende, el que pierdas la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras, y los huevos por un mínimo roce de mejilla. Que yo también la veo.
Que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior. 
Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido y en formato secreto.
Que me sé sus cicatrices.
Y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas, y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra. 
Que yo también he memorizado su número de teléfono,
pero también el numero de sus escalones, y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías. 

Que no sólo conozco su última pesadilla.
También las mil anteriores.

Y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo). 

Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista.
Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos.
Y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino.
Y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo. 


Que razones tenemos todos.
Pero yo, muchas más que vosotros.

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